domingo, 12 de abril de 2009

MODELOS DE DESARROLLO

Modelos de desarrollo en Venezuela
Por: Gobierno en línea
Fecha de publicación: 04/09/04


El modelo de desarrollo armónico e integral emprendido por la Revolución Bolivariana garantiza alcanzar la Independencia con Igualdad y Justicia Social. Se avanza en la restitución progresiva de los equilibrios económico, social, político, territorial e internacional de Venezuela. Sin embargo, grandes obstáculos derivados de la persistencia del modelo de desarrollo consumista-depredador generan grandes contradicciones en la actual etapa de tránsito orientada al cambio social.

Para comprender las limitaciones en la aplicación del nuevo modelo de desarrollo es necesario recordar en qué consistieron los modelos de desarrollo previos: el desarrollista y el neoliberal.

El desarrollismo y su fracaso

En los años 70 la implementación del modelo desarrollista proclamaba la necesidad de cambiar las estructuras económicas y sociales para reducir la dependencia del petróleo y de las importaciones de bienes, así como para elevar el nivel de vida del conjunto de la población. Pera ello, se ejecutaron políticas dirigidas a la transformación estructural de la economía, que permitieran superar el rentismo petrolero mediante la industrialización.

Si bien durante las décadas de los años 60 y 70 hubo avances en materia de servicios públicos, éstos no fueron suficientes y persistieron necesidades insatisfechas en amplios sectores de la población, especialmente en nutrición, salud y educación. Persistieron además las deformaciones del aparato productivo.

El fracaso del modelo desarrollista se constató en:

· El modelo de sustitución de importaciones no logró reducir la dependencia de la renta petrolera.
· La industria nacional no sustituyó los bienes importados y menos aun pudo competir en el mercado internacional.

· El aparato productivo no fue adecuadamente articulado a la economía social, por lo cual no fue capaz de ofrecer, en forma eficiente y a bajo costo, los bienes y servicios requeridos por la sociedad.
· No se crearon valores y actitudes que impulsaran el desarrollo social y económico en el largo plazo.
· Las organizaciones que supuestamente “llevarían” el desarrollo a las comunidades no contaron con la suficiente autonomía, apoyo político y definición de su rol, por lo cual se ejecutaron actividades sin visión estratégica de largo plazo, sin posibilidades de sostenibilidad.
· En definitiva, la gestión social tuvo un carácter meramente asistencialista y paternalista, estrategia del bipartidismo puntofijista dirigida a consolidar las redes clientelares y buscar apoyos electorales.
· Los recursos económicos otorgados por el Ejecutivo Nacional fracasaron al no cubrir gastos de operación ni ayuda técnica y financiera a las organizaciones comunitarias, centrando su esfuerzo en las estructuras burocráticas municipales que desviaron o dilapidaron los recursos.

A principios de los 80 se modifica la política social, que aunque seguía siendo asistencial, desplazó el desarrollo local implementando programas de ámbito nacional dirigidos a la generalidad de la población. El asistencialismo aunado al incremento de la burocracia estatal para satisfacer las demandas de las bases partidistas conllevó un aumento considerable del Gasto Público sin que ello modificara las estructuras económicas y sociales obsoletas que en teoría debían ser superadas; por el contrario, el país siguió dependiente del rentismo petrolero y se afianzó una mentalidad proclive la corrupción, el paternalismo y el clientelismo.

El fracaso del modelo desarrollista se hizo más evidente a comienzos de los años 80, tomándose medidas para incrementar el crecimiento económico: detener el crecimiento del gasto público y dejarle algunas prerrogativas al “libre juego mercado”, liberando precios y disminuyendo subsidios y aranceles, aunque no se trató de medidas abiertamente neoliberales.

El paternalismo impidió intencionalmente la participación activa en las decisiones que trascendieran más allá del ámbito estrictamente local, por lo cual las comunidades continuaron al margen en la conducción del desarrollo. Por otra parte, la disminución presupuestaria determinó un mayor deterioro en la calidad de vida de la población de bajos recursos, por lo cual se ejecutaron programas sociales “focalizados” para atender la pobreza extrema, descartando el carácter universal de sus beneficiarios(as).

La crisis de la deuda iniciada en 1982-83 (fuga de divisas del país, control de cambios, devaluación de la moneda) evidenció en toda su crudeza el fracaso del desarrollismo. El puntofijismo anuncia la búsqueda de alternativas para reiniciar el crecimiento económico, acelerar el desarrollo social y crear una sociedad “más libre”, planteando la conformación de un “Pacto Social” para legitimar las reformas por la vía del consenso de las élites burocráticas, empresariales y sindicales.

El neoliberalismo y su fracaso

El balance de la década de los 80 es una caída de producto bruto interno por habitante, una deuda externa creciente y un incremento global de los precios. Se duplica la pobreza y se triplica la indigencia. La incapacidad del Estado para redistribuir la renta y sus deficiencias en la gestión de los servicios públicos fue el resultado del clientelismo, el control partidista sobre la función del servicio social, la corrupción administrativa y la ausencia del control social.

El gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1992) anunció un nuevo modelo económico y político. La situación económica del país aunada a la crisis estructural de la economía mundial llevó a la adopción de “políticas de ajuste” impuestas por el Fondo Monetario Internacional en los países del “Tercer Mundo”.

La “solución mágica” para los problemas fue la “retirada del Estado”, que fue condenado como “centralista” e “intervencionista”; así, se abandonaron las prerrogativas del mismo en la planificación económica, por ejemplo, se disminuyeron la regularización del mercado laboral y los controles de precios y salarios. El resultado de la aplicación del modelo neoliberal fue la expansión e intensificación de males sociales como el hambre, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social, política y económica, el racismo y el clasismo.

El neoliberalismo esgrime el discurso de la “liberalización del mercado”, que supuestamente llevaría de manera “espontánea” a la libertad en todas las esferas sociales y políticas. Sin embargo, la creciente desigualdad generada por el modelo limita el ejercicio de las garantías y derechos ciudadanos a quienes por su posición social tienen como pagarlos, dejando a un lado a quienes por no ser propietarios, ni contar con títulos académicos que les permitan incorporarse a los espacios sociales de ejercicio de ciudadanía, deben conformarse con vender su mano de obra barata a la clase propietaria, ya que ni siquiera les es posible participar directamente en la toma de decisiones sobre la redistribución de la riqueza, la organización del trabajo, el salario y la seguridad social.

Al imponer la lógica de la maximización de la ganancia, el neoliberalismo negó las potencialidades del desarrollo endógeno, en función de priorizar los negocios financieros y petroleros eminentemente transnacionalizados, sin impacto en la generación de empleo productivo y desarrollo endógeno. Como manifestación del proceso de centralización y concentración del capital, el totalitarismo economicista del mercado mundial busca homogeneizar las relaciones de producción, profundizando las asimetrías sociales y la dependencia. Las medidas neoliberales estaban dirigidas a satisfacer el afán de lucro de los grandes capitalistas y de sus acólitos y no a satisfacer las necesidades de toda la población de manera equitativa.

En Venezuela la destrucción de los espacios económicos locales y regionales de carácter endógeno y relativamente autosuficiente ha tenido cuatro etapas:

· La invasión europea de finales del siglo XV destruyó los modos de producción indígenas en casi todas las regiones de la actual Venezuela.
· La férrea dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935) que impuso la centralización política y económica y el rentismo petrolero, desbaratando las tradiciones productivas de las regiones, arruinando la agricultura y la producción artesanal.
· El modelo desarrollista que buscó la industrialización sin cuestionar los patrones de consumo impuestos por el capitalismo mundial y sin contemplar las tradiciones productivas propias.
· Las medidas de ajuste neoliberales que pretendieron homogeneizar el espacio económico nacional con la estrategia privatizadora y aperturista al mercado mundial.

Así, fueron barridas las autonomías regionales, tanto económicas como políticas, imponiendo el centralismo y una dependencia creciente de los aparatos de dominación del capitalismo transnacional, negándose la posibilidad del desarrollo endógeno.

En la actualidad, el proyecto neoliberal que pretende imponer el oposicionismo contempla:

· Restablecer el mecanismo de “concertación tripartita” -confabulación entre tecnócratas, empresarios privados y cúpulas sindicales corruptas- que privó a la clase trabajadora del derecho a empleos seguros y salarios justos, de disponer de sus ahorros, de pensiones dignas para todos(as), de la retroactividad de sus prestaciones sociales y de servicios de capacitación laboral, recreación y salud públicos, gratuitos y de calidad.
· Erradicar el control de cambios para favorecer la especulación financiera, la fuga de capitales y los negocios vinculados a importaciones indiscriminadas y corruptelas.
· Focalizar el gasto público hacia los negocios privados de empresarios parasitarios del Estado, en detrimento de la inversión en Economía Social y en servicios públicos.
· Impulsar políticas públicas “descentralizadas” a través del sector privado, para privatizar los servicios públicos.
· Limitar la producción de rubros agroalimentarios (en cantidad y en rubros) para favorecer al sector importador, en detrimento de los pequeños y medianos productores, del desarrollo agrario y de la Seguridad y Soberanía alimentarias.
· Nueva doctrina militar que garantice la implementación del modelo neoliberal y la obediencia al imperio y a sus organismos financieros internacionales.
· Política petrolera basada en la sobre-producción para bajar los precios y en el uso de la regalía en los negocios privados de explotación y exploración y no en inversión social.

Los neoliberales intentan reinsertar a Venezuela en SU Nuevo Orden Mundial, imponiendo la preeminencia del mercado sobre la sociedad y el Estado. El rol asignado al país “desde arriba y desde afuera” fue el de “suministrador seguro y confiable de petróleo”, es decir, el mismo rol asignado por el imperialismo desde 1920 e implementado por la oligarquía criolla por igual en tiempos de dictaduras militares o de dictaduras civiles, de aplicación del modelo desarrollista o del modelo neoliberal.

En cualquier caso, ninguno de los modelos de desarrollo señalados implementó las políticas que debían transformar la estructura económica y social del país en beneficio de las mayorías sociales y de la soberanía nacional, las cuales eran perfectamente posibles por los enormes ingresos derivados de la exportación petrolera.

El fracaso del neoliberalismo plasmado en la pobreza, la desigualdad, la exclusión y la desnacionalización, determinó hitos históricos como la rebelión popular de Febrero de 1989 contra la implementación de las medidas de “ajuste estructural”; las rebeliones militares de Febrero y Noviembre de 1992 contra el gobierno que pretendió aplicarlas contra la voluntad de las mayorías; y el triunfo de la opción bolivariana en las elecciones presidenciales de Diciembre de 1998 con una agenda alternativa de gobierno, de corte humanista.

El desarrollo de la Revolución Bolivariana obedece a las demandas de las mayorías sociales, contrarias al neoliberalismo, ello determina el proceso de debate público sobre el modelo de desarrollo que requiere la Nación, sobre la mejor manera de aplicarlo y, sobre los retos inherentes a los períodos históricos de cambio social. Ese proceso de debate tiene un objetivo esencial: Restituir los equilibrios que hagan posible la Independencia con Igualdad y Justicia Social, bases de la felicidad de los pueblos.
Crisis, Desarrollo y Evolución en los
Modelos de Políticas Económicas en América Latina

Por:


Adolfo J. Campos B.


adolfocampos@yupimail.com

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I. Introducción
II. La Crisis del Sistema Capitalista Mundial

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III. Modelos de Desarrollo en América Latina
IV. A manera de conclusión



g I. INTRODUCCIÓN

En este estudio que ha continuación presento, expongo de una manera precisa, los principales aspectos que encierra la crisis del sistema capitalista a nivel mundial, de una manera cronológica y sobre la base de los hechos históricos de mayor importancia ocurridos a la humanidad. Seguidamente en el Capítulo denominado "La crisis del Sistema Capitalista Mundial", veremos que la doctrina moderna ha establecido diversos criterios de determinación del nivel de desarrollo de los Estados en el ambiente capitalista.

De manera homogénea, en el Capítulo III, se abordará la evolución en los "Modelos de Desarrollo en América Latina", en los cuales se reflejan de una manera prístina las etapas de desarrollo del capitalismo así como las fases de crisis que ponen en peligro la estabilidad económica de la región. Es oportuno manifestar que la evolución de los Estados Latinoamericanos corresponde a un afán de estos, en la búsqueda de convertirse o ingresar a la "Dominante Periferia Capitalista", como lo denominó en su momento Tilman Evers. En esta iniciativa de inserción al mercado mundial capitalista los Estados en vías de desarrollo, en particular objeto de nuestro análisis los países Latinoamericanos, atraviesan fases de crisis propias del sistemas capitalista los cuales presentan como mecanismos de neutralización de sus efectos la aplicación de nuevos y revisados modelos de desarrollo que pretenden superar los problemas que conllevan a las crisis. Se trataran de abarcar y explicar de manera breve y precisa los cuatro modelos de desarrollo que han existido en América Latina, desde el año 1820, hasta lo más próximo a nuestros días, con el fijo propósito de establecer, claramente la importancia de cada uno dentro del desarrollo de los pueblos de Latinoamérica.

Sin embargo, ninguno de estos modelos ha logrado eliminar las causas fundamentales de la pobreza de nuestras sociedades, las grandes diferencias que existen entre los diversos sectores sociales. Los países de América Latina, se han convertido en "laboratorios" donde se experimentan los "reactivos" de diversos modelos económicos que en la mayoría de las veces no responden a las necesidades concretas y diversas de la humanidad.

Es por ello, que creemos conveniente el estudio de estos temas, ya que ellos constituyen en materia de Derecho Económico, un pilar fundamental en el estudio histórico de políticas económicas en el ámbito de los países en especial los países de América Latina, los cuales buscan la consecución de mejores días para sus pueblos.



g II. LA CRISIS DEL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL

A. Aspectos que manifiestan la Crisis dentro del Mundo Capitalista.

Los Pueblos de América Latina, realizan grandes esfuerzos, para hacerle frente a los problemas del subdesarrollo, que esta íntimamente relacionado a las necesidades básicas de cada uno de sus habitantes. A éstos esfuerzos, los cuales históricamente son determinados por las condiciones imperantes dentro del sistema Capitalista Mundial, del que forman parte todos los países latinoamericanos, se les llama Modelos de Desarrollo.

Dichos Modelos de Desarrollo, deben ser tomados en consideración para el tratamiento de este tema, partiendo de la tesis de que los mismos constituyen reacciones del sistema frente a las situaciones de crisis, mediante los cuales se intenta lograr reacomodos para enfrentar sus dificultades en los planos económicos, políticos, social e ideológico.

Podemos encerrar en cuatro aspectos a través de los cuales se manifiesta la crisis dentro del mundo capitalista.

1. Disminución significativa en los niveles de empleo, tanto de materia prima, como de fuerza de trabajo.

2. Contracciones de las tasas de ganancia que pretenden lograr los empresarios.

3. Bajos niveles de productividad.

4. Niveles profundos de deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población de los países, tales como salud, educación, vivienda, alimentación.

La búsqueda del desarrollo y el progreso económico, es el objetivo de todos los países, sobre todo en el presente siglo.

B. Algunas consideraciones Doctrinales, de lo que debemos entender por Desarrollo

Veamos ahora diferentes concepciones que nos ofrece la doctrina, acerca de lo que debemos entender por Desarrollo:

1. SERGIO BAGÚ: historiador argentino, el cual manifiesta sobre el particular:

"...Que es en medio de las crisis que las sociedades comienzan a mirarse críticamente a sí mismas, en su conjunto, en su contexto internacional y en su trayectoria histórica de largo plazo".

En efecto, en los momentos de crisis es cuando aparece con mayor énfasis el tema del Desarrollo. Pero debemos considerar que se entiende por el concepto Desarrollo:

a. Es asumido conceptualmente este término como sinónimo de crecimiento económico, a partir de la medición de ciertos indicadores económicos, que encierran el producto interno bruto PIB, el ingreso económico por habitante, el poder adquisitivo de los mismos etc.

b. Luego, fue considerado sobre la base de una concepción integrada que comprende además de los principales agregados económicos de productividad y crecimiento, elementos de poder político y económico, sociales, tecnológicos, sectoriales y regionales.

2. OSVALDO SUNKEL: nos ofrece una definición más completa de el concepto Desarrollo, al considerarlo como "un proceso de transformación de la sociedad", que se caracteriza por:

c. La expansión de su capacidad productiva.

d. La elevación de los promedios de productividad por trabajador y de ingreso por persona.

e. Cambios en la estructura de clase y grupos en la organización social.

f. Transformaciones culturales y de valores.

g. Modificaciones en las estructuras políticas y de poder.

Claro esta, que todas estas transformaciones deben llevar a la elevación de los niveles medios de vida, lo que indica claramente que el Desarrollo está dirigido hacia las personas.

Vistos las diversas acepciones que nos presentan los autores aquí mencionados, los cuales nos dan un claro enfoque de lo que constituye una crisis y desarrollo en especial dentro del mundo capitalista, tomando en consideración que esta crisis como bien se decía se manifiesta a través de varios aspectos, que afectan desde la mano de obra hasta los medios y formas de producción. Es por ello que creemos que con una definición ya establecida de que es lo que constituye una crisis dentro de un sistema capitalista o mundo capitalista y sabiendo además que dentro de esta crisis, los Estados a través de una Mirada Crítica a ellos mismos, buscan la forma de solucionar la crisis que afectan su Desarrollo. Y en efecto el Desarrollo de los Estados puede determinarse por medio de indicadores, los cuales consideramos necesarios para establecer modificaciones y transformaciones dentro de sus políticas económicas, encaminadas a la elevación de los niveles de vida, lo que nos indica que el desarrollo debe estar proyectado hacia las personas.

Crisis, Desarrollo y Evolución en los
Modelos de Políticas Económicas en América Latina



g III. MODELOS DE DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA

Ahora bien, como hemos visto, en el Capítulo anterior, los Estados que se encuentran dentro de una periferia capitalista o de un mundo capitalista afrontan diversos períodos de crisis y otros de desarrollo, marcados principalmente por cambios en la estructura económica o en los modelos económicos o también porque no decirlo, en los sistemas de políticas económicas.

Es por ello que vemos que en este estudio realizado enfocamos a América Latina y sus modelos de Política Económica dentro de la Periférica Capitalista.

Tilman Evers, profesor asistente de sociología en el Instituto de América Latina de la Universidad Libre de Berlín, a través de su obra "El Estado en la Periferia Capitalista"; busca establecer una teoría de las diversas características de los Estados subdesarrollados. Además es considerado este libro como uno de los intentos más sistemáticos por lograr establecer la relación entre política y economía en países subdesarrollados. Por lo cual podemos precisar que uno de los objetivos más importantes que busca Tilman Evers, es el de reconstruir teóricamente el condicionamiento económico de la acción del Estado.

Hago mención de esta obra porque creo que constituye, un enfoque a grandes rasgos de lo que sucede con los países subdesarrollados dentro de una esfera capitalista o un mundo capitalista. Esto quiere decir que tiene relación directa con el tema tratado, pues son los países de América Latina, los que buscan una inserción a esa "Periferia Capitalista", mediante modelos y políticas económicas, que lo que buscan es la introducción del Estado subdesarrollado a la esfera capitalista sin causar mayores trastornos o crisis en su afán de búsqueda del Desarrollo.

Se ha identificado históricamente durante el período de 1890-1979, cuatro fases de crecimiento de la economía mundial y en medio de estas cuatro fases se identifican otras cuatro fases de crisis y estancamiento económico.

A. LIBERALISMO ECONÓMICO:

Comprende la primera etapa de crecimiento económico que va desde1820 hasta 1913, culminando con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial (1913), el modelo de desarrollo que prevalecía en el sistema capitalista se basaba principalmente en la acción relativamente irrestricta del capital privado y del mercado; el bastón de la responsabilidad por el dinamismo económico estaba en manos de la empresa privada. A este modelo de desarrollo se le denominó Liberalismo Económico, cuya premisa fundamental era la libertad de empresa, libertad individual, considerada como un don natural que podría regir todos los ámbitos de la Sociedad.

B. INTERCAMBIO DESIGUAL:

Luego sobreviene una etapa de estancamiento y crisis muy profunda que incluye:

1. Los dos períodos bélicos mundiales (1913-1945).

2. La turbulenta década de los veinte.

3. La Gran Depresión de los años treinta y termina hacia el año de 1950.

Durante todo este período, y hasta 1929 América Latina participó en el mercado capitalista mundial basándose en el modelo de Agro exportador. Su producción y exportación de productos provenientes del sector primario (alimentos y minerales) contribuyó en gran parte al proceso de industrialización que vivían los países desarrollados del sistema. En el momento en que aquellos desarrollaban su sector secundario, algunos países ya recibían de los países desarrollados productos manufacturados con estas materias primas a elevados precios, en lo que se constituyó el llamado proceso de Intercambio Desigual.

C. EL ESTADO DESARROLLISTA:

Después de la Segunda Guerra Mundial, (fines de la década del cuarenta hasta los años sesenta), se vive una nueva etapa de crecimiento sin precedentes en dos siglos de historia económica.

En este período, el Estado Desarrollista (1950-1960), en los países de América Latina se constituyó en la única alternativa viable para llevar a cabo la transformación de modernización de sus estructuras subdesarrolladas y enfrentar la crisis que afectaba al sistema capitalista mundial. Se impulsó a partir de este momento el modelo basado en la sustitución de importaciones e igualmente se trato de promover:

1. La industrialización, el sector más regazado.

2. La modernización en general.

Para esto, el Estado se convirtió en pilar fundamental de la industrialización, apoyando al sector privado de diversas maneras.

1. A través de la integración del mercado interno creando infraestructuras de transporte y comunicaciones (carreteras, puertos, etc.).

2. Facilitando la formación de recursos humanos calificados a nivel básico, especializado y superior.

3. Protegiendo la industria local a través de leyes especiales, etc.

Este modelo, que no fue aplicado con la misma intensidad ni en los mismos períodos en todos los países de América Latina, entra a su fase de agotamiento a finales de la década del cincuenta en unos y a mediados de la década del setenta en otros.

D. ESTADO EMPRESARIO:

Con la llegada de la década del setenta se revierten las tendencias y se pasa a una etapa de crecimiento mucho más lento y de gran inestabilidad, que se agudizó con la crisis de la deuda en 1982. Durante los años setenta, el Estado sigue manteniendo en algunos países sus funciones de fomentador del desarrollo, pasando de ser un Estado Desarrollista a un Estado Empresario, que implicó una mayor intervención del Estado en la economía. Este intervensionismo se basó en el impulso de una actividad de naturaleza empresarial, en actividades que hasta ese momento fueron considerados del dominio de la empresa privada. El instrumento utilizado por los países que aplicaron esta modificación del modelo desarrollista, fue: "La Planificación Económica".

En el contexto regional y mundial se vivió un período de crisis del desarrollismo y de crisis del sistema capitalista mundial propiciada por el incremento en los precios del petróleo. No obstante, de este orden de cosas surgió la expansión del sistema financiero internacional, que se vio fortalecido por la gran liquidez generada por países exportadores de petróleo. Fue sobre la base de préstamos que administró la banca privada internacional que se financiaron varios países del sistema entre ellos los de América Latina, que permitió la incursión más agresiva del Estado en otras actividades convirtiéndose en productor de bienes y servicios (energía, telecomunicaciones, mineras, productos agrícolas, etc).

El acceso fácil al crédito internacional hizo crisis a finales de la década del setenta y con mayor claridad en 1982, imitando las posibilidades de expansión de este tipo de intervensionismo estatal y provocó la agudización del fenómeno de la "Deuda Pública Externa".

A partir de los últimos años de la década del setenta se presenta un nuevo modelo de desarrollo para los países del sistema capitalista. Ahora se critica el intervensionismo estatal y se le atribuyen los problemas que enfrentan las economías del sistema. La liberalización de las economías latinoamericanas se constituyen entonces como el nuevo y moderno modelo de desarrollo del Neoliberalismo. Se trata de eliminar todo vestigio del mercado, la iniciativa privada se convierte en el pilar del desarrollo de las naciones. Para esto se requiere realizar transformaciones profundas en los planos económicos, políticos y sociales, a través de programas de estabilización y de ajuste estructural. La aplicación de este modelo ha orientado las economías de los países latinoamericanos desde la década del ochenta y todavía se intensifica a pesar de los costos sociales y políticos que ha generado.

En la actualidad se considera, que estamos frente a un período semejante al que se vivió entre 1913-1945; en el cual se experimenta un nuevo cambio de época y cuyo perfil aún no conseguimos distinguir.



g IV. A MANERA DE CONCLUSIÓN

1. Las crisis se manifiestan a través de varios aspectos: disminuciones significativas en los niveles de empleo, tanto de recursos materiales como de fuerza de trabajo; contracciones e las tasas de ganancias que pretenden lograr los empresarios; bajos niveles de productividad; niveles profundos de deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población de los países.

2. En el Mundo capitalista, la aplicación de nuevos modelos de desarrollo económico constituye reacciones del sistema frente a las situaciones de crisis, mediante los cuales se intenta lograr ajustes para enfrentar sus dificultades económicas, políticas, sociales e ideológicas.

3. En América latina podemos establecer cuatro fases o etapas que establecen modelos de desarrollo, que en un momento dado buscaron el bienestar de sus pueblos. Pero es evidente que estos países se han convertido en laboratorios donde se experimentan los reactivos de diversos modelos que en la mayoría de los casos no responden a las necesidades concretas de los países.

4. Es evidente, que en los momentos de crisis del sistema capitalista, se presenta como mecanismo de neutralización de sus efectos, la aplicación de nuevos modelos de políticas económicas que pretenden revertir las tendencias y problemas que conllevan la búsqueda del desarrollo con la inserción a la Periferia Capitalista, por parte de los Estados en vías de desarrollo.

5. Vemos que ninguno de estos modelos de desarrollo ha logrado disminuir uno de los problemas más marcados en nuestra sociedad: La pobreza, la cual es el producto de la gran división social, económica que existe entre los hombres en América Latina.



Adolfo J. Campos B.


Estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá.

Miembro de la Asociación Nueva Generación Jurídica, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá

Miembro de la Junta Directiva del Consejo Latinoamericano de Estudiosos del Derecho Internacional y Comparado (Coladic)